Antonio López García (Tomelloso, 1936) mostró desde niño un gran talento para el dibujo, influenciado por su tío, el pintor Antonio López Torres.
A los 13 años se trasladó a Madrid para ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde conoció a varios artistas que serían fundamentales en su carrera, como Julio y Francisco López Hernández, Amalia Avia e Isabel Quintanilla. Terminó sus estudios en 1955 y comenzó a desarrollar un estilo realista centrado en el detalle y el trabajo del natural.
En los años 60, su obra comenzó a ganar reconocimiento internacional con exposiciones en Nueva York, Alemania y Estados Unidos. A lo largo de su carrera, López ha trabajado en pintura, escultura y dibujo, siendo Madrid uno de sus temas recurrentes. En los años 70, su obra se consolidó a nivel internacional con exposiciones en la Galería Marlborough de Londres y Nueva York. En 1985, recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y la Fundación Juan March organizó una exposición retrospectiva en su honor. En 1993, el Museo Reina Sofía le dedicó una gran exposición antológica, confirmando su estatus como uno de los artistas más importantes de España.
Durante toda su vida, López ha recibido múltiples reconocimientos, incluyendo la creación de esculturas públicas de gran envergadura, como «La mujer de Coslada» en 2010. Su retrospectiva en el Museo Thyssen-Bornemisza en 2011 y la exposición en la Fundación La Pedrera en 2023 reafirman su lugar destacado en el arte contemporáneo. A sus casi 90 años, Antonio López sigue siendo un referente del realismo, explorando la representación detallada y precisa de la realidad.