Irolando Gattorno (Cuba, 1997) ha construido una carrera sólida y profundamente vinculada con la exploración emocional. A lo largo de su trayectoria, Gattorno ha hecho el análisis de las emociones humanas su principal motor creativo, utilizando su técnica depurada y una pincelada firme como constantes en su producción artística. Estas características le han permitido desarrollar una propuesta pictórica que va más allá de la mera representación visual, invitando al espectador a sumergirse en un viaje introspectivo.
Formado en la escuela tradicional de Ramón Jiménez en Santa Clara, Gattorno adquirió una formación rigurosa en el naturalismo, estilo que domina con maestría y que complementa con elementos mágicos. La enseñanza de Jiménez le permitió desarrollar una técnica meticulosa, que combina precisión con libertad creativa. La mano firme y enérgica de Gattorno, se manifiesta en cada una de sus obras, donde la realidad se mezcla con lo onírico.
Uno de los aspectos más singulares de su obra es su capacidad para invitar al público a explorar el umbral del pensamiento. Este concepto, que atraviesa gran parte de su producción artística, se refiere a ese espacio liminal donde se encuentran la razón y la intuición. Gattorno plantea que el arte tiene la capacidad de comunicar verdades profundas que no pueden ser expresadas de manera racional. Por ello, busca siempre ofrecer una experiencia comunicativa única y personalizada para cada espectador, donde la obra de arte no se impone, sino que dialoga.
A lo largo de su carrera, ha participado en diversas exposiciones colectivas e individuales, consolidándose como una figura relevante en el panorama artístico contemporáneo. Entre sus exhibiciones individuales más destacadas se encuentra la exposición “Apuntes” que tuvo lugar en la Universidad de las Villas Marta Arbreu, “Levitaciones”, en la Galería María Porto en Madrid, o la exposición ¨Longina¨, en la Galería Pórtico.